miércoles, 11 de junio de 2014

COLEGIO DE TIRIPITIO


Inicia como un convento en Tiripitio los frailes agustinos iniciaron a evangelizar el pueblo.
Los padres San Román y Chávez comenzaron su labor evangelizadora trazando, construyendo y planeando el pueblo y la construcción de un convento que les sirviera de centro doctrinal. Su primera edificación fue una choza de adobe a manera de iglesia,  tras la construcción de esta obra, se dieron a la tarea de enseñar la doctrina a la vez que ellos aprendían el idioma de los naturales.
En el mes de noviembre de 1540 se realizó el capítulo provincial de los agustinos en la ciudad de México, y dentro de las resoluciones tomadas allí, se decidió crear un centro de estudios mayores de Artes y Teología.
 Por esos años, Tiripetío tenía fama dentro de la orden por ser un modelo a seguir en lo que se refería a la fundación de un pueblo y la evangelización de los naturales, sin contar con lo rápido que había sido la edificación completa del convento.
Como el pueblo y la comunidad de Tiripetío resultaba un magnífico ejemplo de la labor que deberían desarrollar los frailes, se eligió como sede del primer centro de estudios agustinos en el Nuevo Mundo.
 Los estudios que se impartieron en Tiripetío a partir de 1540-1541 poseían las características de la enseñanza que se impartía en las universidades españolas.
La enseñanza de las Artes se basaba en enseñar y explicar las siete disciplinas libres del Trivium (Gramática, Lógica o Dialéctica y Retórica) y el Cuadrivium (Geometría, Aritmética, Astronomía y Música).
 Como sabemos los frailes recibían una educación que comprendía el estudio de la naturaleza y del ser humano. Además, se estudiaban las obras de San Agustín, Santo Tomás de Aquino y San Alberto Magno, entre otros.
Durante el mismo capítulo en que se eligió a Tiripetío como colegio de estudios mayores, se realizó la elección del maestro que sería el Lector de Artes y Teología, siendo designado por sus altas cualidades el Maestro fray Alonso de la Vera Cruz.
El colegio de Tiripetío obtuvo su fama en buena parte por la presencia de fray Alonso de la Vera Cruz, considerado el hombre más sabio de la Nueva España. Los estudios continuaron en este pueblo a lo largo del siglo XVI, pero con el paso del tiempo fueron trasladados a otros conventos como el de Valladolid o Yuriria.

La labor de los frailes agustinos no se limitaba al aspecto meramente espiritual, pues apoyados por el encomendero, también se preocuparon por llevar a los indios de Tiripetío el conocimiento de técnicas artesanales para que trabajaran todos los materiales a la manera española e indígena.
De esta manera, los indios de Tiripetío aprendieron oficios como cerrajeros, sastres, pintores, tallistas y canteros, entre otros.

 El dominio de estos oficios, sumados a los tradicionales del pueblo purépecha, le permitieron a Tiripetío situarse como uno de los principales centros artesanales de Michoacán. Este colegio duro aproximadamente 265 años.




HECHO: ARACELI

sábado, 7 de junio de 2014

ESCUELA DE MINERIA



ESCUELA DE MINERIA
 

El Palacio de Minería constituye la obra maestra del neoclasicismo en América. Planeado y construido de 1797 a 1813 por el escultor y arquitecto valenciano Manuel Tolsá para albergar al Real Seminario de Minería, a fin de formar académicos especialistas en la explotación de minas.

A la muerte de Don Joaquín Velázquez Cárdenas de León, con fecha 18 de julio de 1786 el rey nombró a Don Fausto de Elhúyar Director General del Real Cuerpo de Minería de México.

El 30 de marzo de 1826, según lo consigna Santiago Ramírez, el rector y los catedráticos remiten al Tribunal el reglamento modificado, donde se hace notar que el curso se ampliará a cinco años, en vez de los cuatro de antes (pues se extendió la enseñanza de la Matemática y de la Física), en el siguiente orden: En el primer año, aritmética, álgebra elemental, trigonometría plana y esférica, aplicación del álgebra a la geometría; en el segundo año, secciones cónicas, cálculo infinitesimal, series, ecuaciones de grado superior, geometría práctica, subterránea y descriptiva: en el tercer año, física experimental, que comprende: dinámica, hidrodinámica, óptica, polarización, magnetismo, electricidad y elementos de cosmografía y cronología; en el cuarto año, química, reducida a la parte mineral, docimasia, que trata de los ensayes y metalurgia; en el quinto año, mineralogía, que comprende la oritognosia o conocimiento de los minerales, la geognosia o conocimiento de las montañas como criaderos de los fósiles y finalmente, el laboreo de minas.

Se agregó el dibujo de paisaje y el de delineación, (principios de arquitectura, fábrica de edificios, delineación de máquinas, cartas geográficas) impartiéndose el primero en dos años y el segundo en los tres restantes. por último, en los tres primeros años, francés, (precedido de gramática castellana) y en los dos últimos inglés (esta última proposición, todavía en 1830 no se autorizaba).

Al finalizar los cursos teóricos, durante dos años se efectuaba la práctica en minas y, posteriormente, se presentaba el examen ante el Tribunal, para obtener el título de Perito Facultativo.

Había tres clases de alumnos: los de dotación, que en número de 25 (como lo señalaban las Ordenanzas), eran sostenidos en todos los aspectos hasta que terminaban sus estudios y prácticas; los porcionistas, que pagaban $150.00 anuales (el Plan del Colegio presentado por de Elhúyar en 1790 señalaba $300.00 en forma tentativa) para su manutención y habitación y se costeaban sus libros y ropa, y los externos que estudiaban "las ramas convenientes para el ejercicio a que pretenden dedicarse". Todos los alumnos recibían educación gratuita, con cargo al fondo dotal del Tribunal de Minería primero y del Establecimiento después.

Para su admisión, los de dotación debían cumplir los requisitos de edad (no menor de 15 años), certificación de que sus costumbres "son arregladas", que descendían de mineros, que carecían de medios para educarse a sí mismos, que disfrutaban de buena salud y que sabían leer, escribir y las cuatro primeras operaciones aritméticas tanto con enteros, como con quebrados. Los porcionistas debían presentar solicitud del padre o tutor al director y pagar por tercios adelantados la cuota asignada. Para los externos, bastaba el acuerdo verbal del director, ante la solicitud de ingreso.

El año escolar se iniciaba el 7 de enero y terminaba el 31 de octubre, fecha en que tenían lugar los actos públicos que sostenían los dos mejores alumnos de cada clase. Existía una biblioteca muy reducida pero que contenía diversas obras de mérito y que estaba suscrita a algunos periódicos científicos de Europa y de los Estados Unidos.

  

                                                  Por: Angel Ventura